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Por Elena Nieves / 2004

Prólogo exposición de las series  Área de resonancia y Cono de sombra de Jorge Sarsale, Hotel Sofitel, Buenos Aires, 2004

JORGE SARSALE Y LA VARIACIÓN DE LO MÍNIMO

Sin título, 2004,  técnica mixta, 170 x 180 cm.

Sin título, 2004, técnica mixta, 170 x 180 cm.

En las pinturas de Jorge Sarsale se hace evidente el saber de un pintor metódico, que trabaja desde la repetición de tramas, de módulos que en su reiteración componen un todo sin emergentes formales que puedan apresurarnos a significaciones tranquilizadoras. No es aconsejable andar mirando con apuro. No. Hay que manejase con paciencia, contemplando, dejarse llevar a ese mundo en que el tiempo y el espacio son otros, son los del mundo Sarsale. Donde, en una primera aproximación el aparente ritmo monótono, después de la acomodación de la mirada, comienza a manifestar su irregularidad por medio de sutilezas, de pequeños quiebres de tamaño, de superposiciones, de cambios de dirección, de ajustadas variaciones cromáticas. Maneja lo indispensable sin estridencias.

Sus pinturas se manifiestan de modo tal que nos muestran que ser simple y profundo en lo visual es posible sin por ello perder su contundencia. Y si sus pinturas se alejan de la palabra referencial es porque están más cercanas al silencio espiritual.

Si bien en este punto puede parecer paradójico plantear una relación con la literatura, creo que la analogía de la definición del haikus japonés y su pintura me parece acertada, cambiando los términos de los elementos pertinentes a cada disciplina. Tal como un haikus que en el plano de las palabras, como poemas telegráficos de diecisiete sílabas y tres versos atrapan la belleza con rapidez y la reducen a la mínima expresión del lenguaje, Jorge Sarsale realiza esta operación en el plano de la pintura.